Chimeneas, algunos errores comunes

” Pues yo la cierro a tope y  me dura la chimenea encendida hasta el día siguiente “

Combustión ineficiente

Tener la chimenea encendida toda la noche puede  suponer que la madera  quema lentamente y a más
baja temperatura de la óptima para realizar una completa reducción a cenizas, esta forma de combustión genera mucho alquitrán y otros gases orgánicos que combinados con la humedad de la leña formaran Creosota y Hollín que se quedará incrustado en las paredes del tubo de salida de humos. El hollín y la creosota son  la principal razón por la que se incendian las chimeneas,
La otra razón de incendio es la falta de mantenimiento.
Puede tener malas consecuencias  en una chimenea abierta con un tiro que enfríe rápido, por la revocación e inhalación de humos.

Está bien reducir las entradas de aire cuando el aparato está caliente para reducir la aportación de éste y obtener más duración del combustible, pero es preciso recordar que una buena combustión debe generar sólo cenizas y hollín y no dejar carbones y trozos de leña sin quemar.

“Al principio tragamos un poco de humo, pero luego ya bien “

Tiro frío.

Al encender la chimenea ( si, todo lo demás correcto: ramitas secas, papel, forma de pirámide,leña seca,aire abierto…) El humo nos da en la cara, ó no acaba de subir hacia su salida.
Necesitamos el efecto de la convección:  aire caliente sube, que se reemplaza por el de abajo, frío.
Al principio esto no sucede, pues está prácticamente a  la misma temperatura el hogar del fuego que los conductos de humo, y este efecto de convección no se produce.
Debemos calentar los  conductos de salida de humos rápidamente para que puedan  “absorber” el humo y el aire caliente que le vienen desde abajo.
La solución más simple es prender unos papeles de periódico lo más alto posible cerca del tiro para que calienten los tubos, es el punto  cuando la ceniza del papel quemado quiere empezar a  subir por el tiro, en vez de bajar
Si la chimenea ó estufa se enciende a diario, este problema no suele producirse, pues los tubos acostumbran a estar ya “templados” y el efecto de succión de humos es más rápido.
En cambio es lógico que suceda en casas de baja ocupación y climas fríos.

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